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Literatura en el blog

1/08/2006

Unas cuantas palabras a un joven escritor

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Por Ursula K. Le Guin
(Tomado de http://www.ursulakleguin.com/)

"Sócrates dijo: 'El uso incorrecto del lenguaje induce el mal en el alma'. No se refería a la gramática. Usar incorrectamente el lenguaje es usarlo de la manera en que lo hacen los políticos y los publicistas: para lucrar, sin responsabilizarse del significado de las palabras. El lenguaje que se usa para obtener poder o hacer dinero se tergiversa: miente. El lenguaje que se usa como un fin en sí mismo, para entonar un poema o contar una historia, acierta, se encamina hacia la verdad."

"Un escritor es una persona que se preocupa por lo que significan las palabras, por lo que dicen, por cómo las dicen. Los escritores saben que las palabras se dirigen hacia la verdad y la libertad, y por eso las utilizan con cuidado, con razón, con miedo, con deleite. Al usar correctamente las palabras se fortalecen sus almas. Los narradores y los poetas pasan sus vidas aprendiendo esta habilidad y el arte de utilizar las palabras correctamente. Y sus palabras hacen las almas de sus lectores más fuertes, más brillantes, más profundas."

5 Comments:

At 10/1/06 10:44, Anonymous Anónimo said...

Entiendo lo que quiere decir la escritora y me parece sensato; sin embargo, no estoy de acuerdo con que el lenguaje sea fin en sí mismo. El lenguaje es un medio para expresar, en el arte escrito, cuestiones esenciales de la vida. No hay que perder de vista ello, ya que hay el riesgo de caer en el engolosinamiento lingüístico que, desde mi parecer, produce obras fallidas.
Saludos.

 
At 11/1/06 22:30, Blogger fenririel said...

Ah, Javier, pero recuerda que las palabras van dirigidas al escritor. Desde luego que el lenguaje es una cosa viva, y pese a las pataletas de los que lo defienden contra su "envilecimiento", el lenguaje no debe tener una "correctancia". Solamente un escritor tiene la obligación de emplearlo con corrección, con propiedad, haciéndolo, él sí, un fin en sí mismo, porque las palabras lo son todo para el escritor. Las cuestiones esenciales de la vida, y eso no se debe perder de vista, se expresan mejor de otras formas.

Otra cosa es lo que el lector pueda o sepa captar de la mente del escritor, y en eso radica la diferencia entre las obras menores, que no exigen al lector, y las obras mayores, que demandan que el lector cumpla con su deber. Después de todo, esa es la parte medular del mensaje de doña Ursula, a mi entender: las palabras no deberían imponer, sino dejar que la creatividad del lector las componga para generar esos conceptos esenciales a que haces mención.

Quizás, después de todo, el problema sea de semántica.

 
At 14/1/06 09:26, Anonymous Anónimo said...

Expreso mi desacuerdo: no creo que las palabras sean todo para el escritor, ya que de este modo la eufonía y el calambur, por ejemplo, bastarían para constituir una gran obra. Las palabras son desde mi punto de vista un medio, nunca un fin, para el buen escritor. Claro, se requiere un dominio preciso del medio. También creo que quizá nuestro desacuerdo se debe a una confusión semántica. Lo que he querido decir es que no basta con el dominio del lenguaje y una gran creatividad lingüística para perpetrar una gran obra. Las grandes obras nos hablan de nuestra condición humana, y no creo que esa condición tenga mejores maneras de expresarse (de manera tan plena) como en el arte en general y en la literatura en particular.
Un saludo.

 
At 14/1/06 09:27, Anonymous Anónimo said...

Expreso mi desacuerdo: no creo que las palabras sean todo para el escritor, ya que de este modo la eufonía y el calambur, por ejemplo, bastarían para constituir una gran obra. Las palabras son desde mi punto de vista un medio, nunca un fin, para el buen escritor. Claro, se requiere un dominio preciso del medio. También creo que quizá nuestro desacuerdo se debe a una confusión semántica. Lo que he querido decir es que no basta con el dominio del lenguaje y una gran creatividad lingüística para perpetrar una gran obra. Las grandes obras nos hablan de nuestra condición humana, y no creo que esa condición tenga mejores maneras de expresarse (de manera tan plena) como en el arte en general y en la literatura en particular.
Un saludo.

 
At 23/1/06 23:09, Blogger Tristán said...

La palabra que no se dice está muerta, no es palabra
Quiero decir que esa cosa sobre el libro no es palabra, está muerta
La palabra del escritor, y que no se dice, está muerta, no es palabra
"Ese hombre, al no decirse, está muerto, sin palabras
Quiero decir que ese hombre ni ha nacido

El escritor nace al momento en que alguien mueve la boca y suelta su palabra
Quiero decir que se queda en el aire esa palabra"

 

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