La puta poesía

Escribe Armando Ortiz (http://miserablearmando.blogspot.com/):

"¿Hasta dónde hemos prostituido a la poesía? Porque no recuerdo haber leído ni escuchado en ningún sitio que la poesía naciera puta".

No, mi querido Armando:
la poesía no nació puta,
como nadie nace asesino.

A la poesía la han emputecido
esos padrotes de quinta
que se hacen llamar poetas
y que hacen que se venda al mejor postor,
generalmente por unos cuantos miserables pesos
y unos pálidos aplausos,
y después de que el cliente
ha saciado sus más bajos instintos,
la dejan
ajada,
desnuda,
vejada,
revolcándose
entre fluidos corporales
y escupitajos.

Ésos son los que la han emputecido.

Y los hijos de la chingada
siguen tan campantes,
con sus premiezotes,
sus becotas,
sus librotes
y su miseria,
que exhiben como una medalla
prendida de las nalgas con un alfiler.